El tema de la designación de la sede de la final de la Copa Davis, generó una puja política entre Córdoba y Mar del Plata. Hasta el punto que David Nalbandian habló de ventajas deportivas y también llegó a decir que iba a ir a 'menos' si no se jugaba la serie en Córdoba. Al respecto de esta postura 'tenaz' del tenista por defender Córdoba, se rumorea que se encubren intereses propios. ¡Qué ilusos hemos sido todos!
A propósito, desde la propia Córdoba, fuentes que prefieren permanecer bajo la cobertura del anonimato refieren que David Nalbandian tenía arreglado participar en el negocio de la final (vía Banco Macro), de donde se anotaría jugosos dividendos. Ello explicaría la 'irracional' insistencia del jugador para que los partidos se jugaran en el Orfeo. Y esta es una información que, por supuesto, los medios tradicionales difícilmente se atrevan a publicar. Pero, al parecer, Euclides Bugliotti (propietario del estadio Orfeo) y las autoridades políticas de la provincia mediterránea han pecado de la más grosera ingenuidad: de cara a este tipo de eventos deportivos siempre priman los intereses económicos y alejar la final de Buenos Aires 800 kilómetros constituiría un grotesco.
Son para tener en cuenta las declaraciones de Bugliotti (publicadas recientemente en La Voz del Interior) al respecto de que si no se opta por el Orfeo, "la final peligrará".
¿Intentó Córdoba boicotear el evento también por sus propios intereses que también tenían metido al propio Nalbandian y que criticaron por los mismos motivos por realizarce en Mar del Plata?.
Urgente 24.
Si las declaraciones de Nalbandian a sus allegados, fueran veraces, las ATP debería investigar y sancionar duramente al tenista; lo mismo atañe a nuestra Asociación Argentina de Tenis.
Ya todos comprobaremos el accionar deportivo de Nalbandian; esperando que las declaraciones que se le adjudican hayan sido emitidas en un momento "impropio".
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