"Diego Armando Maradona,
el drogadicto famoso,
dice estar muy orgulloso
de aquella mano ladrona.
Contó en vivo y en persona
ante Chávez, sin empacho,
que se robó, el buen muchacho,
el gol que venció a Inglaterra...
"Quien roba a ladrón no yerra,
y yo robé, ¡qué caracho!"
Si el tipo es una lumbrera,
un ejemplo para todos,
debemos copiar sus modos,
sus vicios, su borrachera.
Que la juventud sincera
lo comprenda de una vez:
¡Viva la desfachatez!
¡Arriba la cocaína!
¡Al diablo la disciplina!
¿El bien? ¡Una estupidez!
Yo quiero ser como "el Diego",
ser famoso, tener plata,
con su moral de hojalata
y sus visiones de ciego.
Yo quiero encender el fuego
de la pasión juvenil,
ser drogadicto, servil,
hacer mi talento trizas
y surgir de las cenizas
joven aún y senil.
Quiero decir cualquier cosa
y que me la crean todos,
revolcarme en cien mil lodos
y parecer mariposa.
¡Viva la gente tramposa!
¡Viva el engaño y el vicio!
¿Lucha, empeño, sacrificio,
constancia de timonel?
¡Idioteces! El burdel
es mi fe y es mi ejercicio.
Quiero que todos los hombres
y las mujeres del mundo
entiendan el bien profundo
de manchar vidas y nombres.
Quiero, Diego, y no te asombres,
¡ser como tú! ¡Como el diez!
Señor de la insensatez,
vicioso, burdo, vulgar,
¡y adorarte en el altar
que le hiciste a la idiotez!
el drogadicto famoso,
dice estar muy orgulloso
de aquella mano ladrona.
Contó en vivo y en persona
ante Chávez, sin empacho,
que se robó, el buen muchacho,
el gol que venció a Inglaterra...
"Quien roba a ladrón no yerra,
y yo robé, ¡qué caracho!"
Si el tipo es una lumbrera,
un ejemplo para todos,
debemos copiar sus modos,
sus vicios, su borrachera.
Que la juventud sincera
lo comprenda de una vez:
¡Viva la desfachatez!
¡Arriba la cocaína!
¡Al diablo la disciplina!
¿El bien? ¡Una estupidez!
Yo quiero ser como "el Diego",
ser famoso, tener plata,
con su moral de hojalata
y sus visiones de ciego.
Yo quiero encender el fuego
de la pasión juvenil,
ser drogadicto, servil,
hacer mi talento trizas
y surgir de las cenizas
joven aún y senil.
Quiero decir cualquier cosa
y que me la crean todos,
revolcarme en cien mil lodos
y parecer mariposa.
¡Viva la gente tramposa!
¡Viva el engaño y el vicio!
¿Lucha, empeño, sacrificio,
constancia de timonel?
¡Idioteces! El burdel
es mi fe y es mi ejercicio.
Quiero que todos los hombres
y las mujeres del mundo
entiendan el bien profundo
de manchar vidas y nombres.
Quiero, Diego, y no te asombres,
¡ser como tú! ¡Como el diez!
Señor de la insensatez,
vicioso, burdo, vulgar,
¡y adorarte en el altar
que le hiciste a la idiotez!
Escrito por José Luis Mejía
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