jueves, 31 de julio de 2008

Los sitemas totalitarios:legitimidad y autoridad (3/3)

Cuando el régimen se ve en la necesidad de recurrir a este expediente, queda en medio de la batalla entre reformadores y conservadores. La tendencia reformista por lo general gana partido con suma celeridad, el grupo en el poder puede adaptarse a las nuevas condiciones y utilizar a su favor los cambios para legitimarse. En estos casos, el expediente más utilizado es el cambio del dictador en beneficio del grupo en el poder legitimado por las reformas. Puede suceder que el gobernante, sobre todo en las dictaduras personalistas, como el caso de la cubana, en una situación como la dada en los 90, con la profunda crisis ocurrida a raíz del derrumbe del socialismo real en Europa y sus propios errores internos, busque sostenerse en el poder recurriendo a medidas reformistas. Pero su control sobre el grupo en el poder, una vez salvados los peores momentos o por no haberlos podido salvar, le permite eliminar a los reformistas, aumentar la represión y buscar entonces fuentes nuevas de legitimidad en el nacionalismo y a través de la construcción de hechos y resultados, sobredimensionados por los medios masivos de comunicación, completamente controlados por el Estado. Ejemplo: la prédica del máximo líder cubano sobre los supuestos avances de la economía cubana en los últimos tiempos, su aparición constante en televisión anunciando logros y resultados inexistentes, la promesa de las ollas arroceras, el chocolate, la jarra eléctrica, etc.
El uso eficiente de los medios de comunicación, controlados absolutamente por el Estado totalitario en Cuba crea fuentes de legitimación en la propaganda. La frase nazi de que una mentira dicha cien veces puede llegar a convertirse en verdad, funciona. La autoridad legitimada por los falsos hechos y resultados es un fenómeno que en nuestro país alcanza niveles de especialización difíciles de imaginar en épocas anteriores. Con la llegada de Internet (en Cuba está prohibido el uso de Internet), ese monopolio de la mentira parecía resquebrajarse, pero "sabiamente" utilizado aún rinde no pocos resultados favorables al régimen personalista de Fidel Castro.
En nuestra época, la democratización ha recorrido felizmente el mundo. Impedir que un individuo se perpetúe a la cabeza de un Estado, el pluralismo de partidos y su alternancia en el poder será un bien que definirá la democracia en Cuba, como en el resto del mundo.

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